sábado, 4 de diciembre de 2021

4 AM

No era heroína.

Nunca probé la heroína.

No conocí ninguna heroína.

Pero si no lo era, se le acercaba.


Vivía sumido en un mundo de caos, nubes e insomnia.

La noche me desvelaba soplando a través de la ventana.

Tormentas golpean el suelo con sus gotas.

Espiral hipnótica que me atrapa.


De nuevo la ansiedad llegaba.

Tash Sultana en el sofá y chocolate, pero nada.

Y entonces fumaba y entonces se iba. 

Mi heroína, mi calma. 

Mi risa en medio del llanto cuando la noche avanza.

Mi oniria.