martes, 10 de marzo de 2015

El humo de tus labios

Aspiraba lentamente aquel humo reciclado procedente de sus labios, mientras se aproximaba cuidadosamente a su cara para fundirse en un beso.

Poco a poco la habitación se iba cubriendo de aquellas ondas grisáceas que exhalaban y subían hacia el techo mientras el mundo enmudecía.

Eran dos almas, dos cuerpos, dos personas uniéndose, y aquél cigarro agonizante en un cenicero. Muriendo paulatinamente mientras ellos vivían.